30 abr 2015

UNA DE LAS SIETE MARAVILLAS DE COLOMBIA






 HISTORIA 

Cuenta como hacia el año de 1754 la imagen de la Virgen del Rosario fue descubierta por una indígena llamada María Mueses con Rosa, su pequeña hija, cuando se dirigían de Ipiales a su casa en Potosí; al verse sorprendidas por una tormenta, María y su hija, buscaron refugio a la orilla del camino entre las piedras planas y anchas que caracterizan esa zona del cañón del río. Para sorpresa de la madre, la niña que hasta ese momento era considerada sordomuda llama su atención con las palabras: "Mamita, la mestiza me llama..." señalando la pintura seguramente iluminada en forma sugestiva por los relámpagos.
Después que las autoridades y los habitantes de la región comprobaran la verdad de los hechos, fueron calificados como prodigio por las autoridades eclesiásticas el 15 de septiembre de 1754, el lugar fue convertido en una referencia para toda la comarca incluyendo el norte del Ecuador y luego se inicio a construir el santuario cuya historia tiene cinco épocas bien definidas.

LA IMAGEN 


Está pintada en una piedra laja que tiene 3,20 m. de alto por 2,03 m. de ancho ubicada en un hueco de 0,58 m. de fondo en la pared del cañón del río Guáitara. El conjunto iconográfico tiene 1,80 m. por 1,22 m.
La figura principal corresponde a la de la virgen del Rosario, de pie sobre una media luna, llevando a Jesús Niño sobre su brazo izquierdo mientras que con el derecho ofrece el rosario a una de las figuras que la acompañan en cada lado y que son las de dos frailes santos en actitud orante y que han sido identificados como Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asis.





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